Sinopsis
La persona no puede realizarse sin la presencia, el encuentro y la convivencia con los demás. Esto implica un proceso de comunicación y madurez personal.
La comunicación es la denuncia directa al hombre que se instala en su progreso, en su riqueza y que camina hacia su esterilidad. La verdadera comunicación es el proceso que tiene en cuenta a la persona y deja a un lado toda arrogancia empresarial. La comunicación debe ir llenando todos los vacíos existentes en la persona de un bagaje enriquecido de relaciones interpersonales. Es decir, dando sentido a todo cuanto percibe, ve, siente y vivencia. De aquí que: Comunicarse sea cuestión vital.