Sinopsis
Los poemas, una vez escritos y ya fuera del regazo del poeta, cobran vida propia. Desarrollan órganos vitales que les ayudan a respirar y a ver y a multiplicarse y, a veces, a reencarnarse.
Este poemario, Job aterido, atiende a las sensaciones cotidianas que son percibidas por el autor y que son sublimadas en los elementos básicos de la supervivencia del individuo: la piel, el agua, la tierra, la piedra
Es un torpe ejercicio de alquimia para depurar lo pútrido que subsiste. Una suerte de adivinación sólo apta para vagabundos que no temen.
En cada parte, el poeta procura desleír lo vivido y lo recordado desde un lenguaje metafórico para lograr entender lo que se oculta tras el objeto, en el interior de cada roca. La poesía miente en su lenguaje porque sólo es inteligible para los individuos como Job, fieles en su error, leales en su equívoco y felices sólo si se estremecen, como Job aterido.