Sinopsis
Durante unos segundos él clavó su mirada en el vacío. Resopló de admiración, resopló de respeto. Y sonrió. Dicen que nunca ha vuelto a sonreír de esa manera, quién sabe. Se volvió a la barra y miró su copa, con gesto despectivo la apartó y llamó a la camarera para pedir un scotch. Le dio un sorbo largo y sacó un cigarro arrugado de su americana. Aspiró el humo como si su alma encontrase así descanso. Sintió arder su ropa, su pelo y sus ojos. Todo ardía en ese jardín salvo ella, tan intrigante, tan bonita.