Job aterido
Javier Sachez
Los poemas, una vez escritos y ya fuera del regazo del poeta, cobran vida propia. Desarrollan órganos vitales que les ayudan a respirar y a ver y a multiplicarse y, a veces, a reencarnarse.
Este poemario, Job aterido, atiende a las sensaciones cotidianas que son percibidas por el autor y que son sublimadas en los elementos básicos de la supervivencia del individuo: la piel, el agua, la tierra, la piedra